Relatos silvestres
cuando dejan de conectar, se nota
Writer:
Martín Lucas
Comunicación
Al principio todo fluye, hay entusiasmo, ganas, ideas. La marca se lanza, se muestra, se hace notar. Pero después de un tiempo, empieza la rutina: mismos posteos, mismos mensajes, mismas respuestas. Nada nuevo, nada que sorprenda, ¿te suena?
Las marcas, como las parejas, atraviesan etapas. Y también, como en una relación, pueden llegar a una meseta. No es que algo esté mal. Es que algo dejó de moverse.
“Cuando una marca se estanca, no es el fin. Es una señal de que necesita reconectar.”
¿Por qué pasa?
El contexto cambia. Las audiencias evolucionan. Los canales mutan. Pero muchas marcas siguen comunicando como si nada hubiera cambiado.
También porque el día a día consume energía. Y cuando se prioriza solo “estar”, se pierde la intención. Aparecen frases como “posteemos algo”, “mandemos lo mismo del año pasado”, “hagamos lo de siempre”.
Pero lo de siempre no emociona. Y sin emoción, no hay vínculo.
¿Cómo saber si tu marca necesita un refresh?
Te cuesta generar nuevas ideas o sentís que todo suena igual.
Tu comunidad en redes se volvió pasiva o indiferente.
Hace tiempo que no replanteás tu identidad, tu tono o tus valores.
La competencia se siente más actual, más viva.
Vos mismo/a ya no te sentís orgulloso de cómo se ve o comunica tu marca.
“Las marcas no necesitan reinventarse todo el tiempo. Pero sí necesitan reenamorarse de lo que son.”
¿Y ahora qué?
Lo primero es aceptar que el estancamiento no es un fracaso: es parte del ciclo. Lo segundo, es tomar acción. Acá algunas ideas:
Volvé a mirar tu propósito. ¿Está claro? ¿Sigue vigente?
Conversá con tu audiencia. Escuchá lo que sienten, lo que quieren, lo que esperan.
Revisá tu identidad visual y verbal. A veces un pequeño ajuste hace una gran diferencia.
Proponete una campaña distinta. Algo que interrumpa la rutina.
Buscá inspiración afuera. Nuevos referentes, nuevas voces, nuevas preguntas.
En SILVESTRE creemos que las marcas que se animan a cuestionarse, son las que más crecen. En un mundo donde todos gritan, reencontrarte con tu esencia es la forma más poderosa de volver a conectar.